JAYNE MANSFIELD

Ni tan siquiera cabe preguntarse con qué atributos contó Jayne, para hacerse tan popular…era bastante obvio. Tal vez sus interpretaciones no fueran las de una actriz en el sentido literal de la palabra, pero la fama la obtuvo fácilmente, y el público la inmortalizó, convirtiéndola en un recuerdo simpático y maravilloso.

Tenía una filosofia de la vida muy particular. Era dueña de un agudo y divertido sentido del humor, que le hacia disfrutar la vida minuto a minuto.

La opulencia de su físico, lo que se conoce popularmente como : una mujer con curvas, hizo que la Fox pretendiera lanzarla como sustituta de Marilyn, que por aquellas fechas les daba más problemas con sus reivindicaciones profesionales, que alegrias con sus películas, pero Jayne en realidad, poco tenía que ver con la citada artista.

Mucho más voluminosa, tal vez hubiera sido mejor sustituta, por ejemplo de Mae West, a la que le unia el mismo tipo de vida, las mismas extravagancias, y el mismo peculiar sentido del humor; pintó y decoró toda su mansión de color rosa ,y su por entonces marido, el musculoso Mickey Hargytay, mandó escribir en el fondo de la piscina la frase I love Jayne. Estos ejemplos ponen de manifiesto la importante contribución que realizó Jayne, al periodo Kitsch de la época.Pero a ella poco le importó que la tacharan de hortera o vulgar, y siguió con su vida de excesos materiales, que con el paso de los años la convirtieron en una estrella muy recordada. Sus puestas en escena,  solían ser inolvidables, bien por sus atuendos, que dejaban poco a la imaginación,  o bien por sus explosivas declaraciones, como por ejemplo cuando afirmó que su marido le había llenado la piscina con champagne rosado.

 Vera Jayne Palmer, nació en Pennsylvania el 19 de Abril de 1933. Su padre fue un adinerado abogado, y tras la muerte de éste, su madre ya casada en segundas nupcias, se trasladó junto con la pequeña Jayne a la ciudad de Dallas.

Empezó su andadura por los escenarios, cuando aún estaba en la Universidad, donde participó en algunas obras de teatro. Contrajo matrimonio con tan sólo 17 años, con un compañero de Universidad llamado Paul Mansfield, del que conservó su apellido cuando se convirtió en una estrella y con el que tuvo a su primera hija,y posteriormente se trasladó  junto a él a Los Ángeles para completar sus estudios.

Por aquellas fechas aún no era la rubia explosiva que más tarde el público conocería, sino una morena, atractiva pero de lo más discreta.

 Parece ser que sus inicios en el cine se produjeron en la película”La sirena de las aguas verdes”(1955), pero no como participante de la película, sino como acomodadora del cine en que se estrenó la película.Tan generosa anatomía, no paso desapercibida para la prensa que allí se encontraba cubriendo la noticia del estreno, y su albúm personal fue a parar a los estudios de la Warner.

Comenzó a protagonizar pequeños papeles en varias películas, de las que cabe destacar una en concreto que fue ” Pete Kelly’s Blues”(1955).

Éste mismo año protagonizó junto al gran Edward G. Robinson “Illegal”, donde comenzó a definirse como actriz, en una gran película de cine negro.

Por éstas fechas se divorció de su primer marido,pues había conocido a un musculoso atleta del que se enamoró locamente,  con el que compartió , aparte de tres retoños, numerosas galas y espectáculos aún después de su separación, ya que formaban una pareja estravagante y única, que fascinaba al público.

La popularidad más notoria en realidad la consiguió a su lado, más que con sus películas, ya que sus apariciones eran estelares, y hasta un poco horteras, pero no dejaban indeferente a nadie.

 Aún así, ella siguió con su empeño de triunfar como actriz, y protagonizó la que sería su siguiente película “The Girl Can’t Help” junto a Tom Ewell ,una estupenda comedia , adornada con un estupendo tema musical de Little Richard, que ha logrado convertirse con el paso del tiempo en una pequeña joya de los años 50.

 En su siguiente película “Una mujer de cuidado”(1957), interpretó el papel de estrella de Hollywood, junto al actor Tony Randall. Su intento de parodiar a la Monroe fue en vano, pero la verdad es que  Jayne estuvo deliciosa, y demostró que podía en realidad, convertirse en una estrella cinematográfica.

 Éste mismo año, protagoniza una pobre adaptación de la novela de Jhon Steinbeck :”El omnibús perdido”(1957), y la comedia “Bésalas por mí”(1957), que le permitió trabajar con el archiconocido Cary Grant, y donde intepretó una vez más el papel de rubia tonta, pues se encontraba en el apogeo de su exhuberante belleza. Con todos estos ingredientes y contrariamente a lo que se preveía, la pelicula no tuvo el éxito esperado, y fue un fracaso de taquilla.

En el año 1958, intervino en “La rubia y el sheriff” una parodia de western delirante y cómico,que rodó en Inglaterra junto a Kieron Moore. Trás ésta cinta, volvió a rodar otros dos títulos en Inglaterra, que no beneficiaron para nada a su carrera.Poco a poco ,su carrera se fue deteriorando hasta el extremo de protagonizar películas que caian prácticamente en “el mal gusto”.De ésta penosa etapa, tan sólo cabe recordar “The George Raft Story”(1962), un curioso film donde se narra la vida del  personaje citado en el título de la película, y donde Jayne intentó dar vida a el papel de una gran dama de Hollywood llamada Betty Grable.

Mientras interpretaba éstas mediocres películas, en las que no tenía ni el  más mínimo pudor en mostrar el voluptuoso cuerpo que Dios y sus padres le habían dado,también trabajaba haciendo strip-teases en los escenarios de Las Vegas, donde lograba un lleno absoluto, al igual que en la prensa amarilla, donde sus fotografías eran un reclamo seguro para el público.

Éstos números de cabaret, ideados por ella y por su musculoso marido, los llevaron a trabajar por innumerables ciudades tanto americanas como europeas.

Se encontraban ensayando uno de éstos números, cuando tuvieron el accidente que les costó la vida.Éste terrible accidente segó la vida de Jayne y su pareja, y milagrosamente salieron ilesos sus tres hijos que viajaban en el asiento de atrás. Circula la leyenda de que Jayne fue decapitada, al empotrarse su coche contra el camión que circulaba delante de ellos.No se sabe a ciencia cierta, si éste hecho se produjo, pues otras informaciones cuentan que se produjo un error macabro, al confundir una de las tantas pelucas que Jayne utilizaba para sus actuaciones y que quedó tirada por el impacto en la calzada,con su propia cabeza.

A partir de su trágica muerte su reputación creció a pasos agigantados, y  hoy en día prácticamente se ha situado , a la altura de grandes leyendas de Hollywood.Representó los aspectos más vistosos y sexuales de una época. Fue una enorme mujer, entrañable, que ni en sus momentos más decadentes perdió su agudo sentido del humor.