ALCIBÍADES.

Publicado en por cinemio

I

Alcibíades

 

 

Era joven, de familia noble y disfrutaba de grandes riquezas. Llevaba una vida disoluta, pero su encanto personal y su capacidad política lo encumbraron al mando de las fuerzas atenienses en la guerra del Peloponeso, hasta que cayó en desgracia.

En el punto álgido de la guerra contra Esparta, Atenas puso sus esperanzas en un joven general, tan osado como carente de escrúpulos. Acusado de traidor por algunos, no pudo evitar la derrota final de su ciudad. La biografía de Alcibíades nos impresiona por los extremados cambios de fortuna, alternando resonantes éxitos y fracasos estrepitosos, e involucra en ella el destino de Atenas. Y no parece sólo un azar, sino también una fatalidad histórica el que su muerte se produjera, violenta y oscura, poco después de la derrota final de Atenas en la larga y cruenta guerra del Peloponeso. Nacido hacia 450 a.C., Alcibíades perteneció al círculo de la aristocracia más selecta de Atenas. Estaba emparentado con uno de los linajes más ilustres de la ciudad, el de los alcmeónidas, artífices del triunfo de la democracia en Atenas a finales del siglo VI a.C. Discípulo y amigo íntimo del filósofo Sócrates, por su talante impulsivo no siguió del todo sus enseñanzas, así como tampoco las de su tutor Pericles. Sus gestos sensacionales y sus frecuentes escándalos dieron que hablar enseguida; era un joven apuesto, ingenioso, atlético, seductor y juerguista, cortejado por muchos admiradores de uno y otro sexo. Orador fogoso y vehemente, se puso al frente de los demócratas más radicales, en una posición más extremista que la de Pericles, fallecido al comienzo de la guerra, en 429 a.C. Evitó hábilmente la condena al ostracismo (el exilio) que sus enemigos conservadores intentaron orquestar, y en el año 420 a.C., a pesar de su juventud, fue elegido por primera vez estratego, el cargo de mayor autoridad en Atenas. De este puesto, Alcibíades puso apasionado empeño en extender los dominios de Atenas, aun a costa de prolongar la destructiva guerra con Esparta. Alcibíades se propuso conquistar la rica isla de Sicilia y sus fértiles campos. Pero en el momento en que la expedición estaba a punto de partir, estalló en Atenas un gran escándalo. Una mañana, las estatuas del dios Hermes que adornabanlas calles de la ciudad aparecieron mutiladas de una forma que al pueblo le pareció sacrílega. Algunos acusaron a Alcibíades de haber cometido el sacrilegio junto con algunos compañeros de juerga. Los enemigos de Alcibíades lograron su condena por sacrilegio en Atenas, por lo que abandonó Sicilia y buscó refugio en Esparta, se puso a disposición de quienes hasta hacía poco habían sido sus enemigos. En el año 412 a.C., el inquieto Alcibíades se trasladó al frente de una flota espartana a las costas de Jonia, donde prosiguió sus intrigas contra Atenas. Fomentó revueltas en Quíos y luego en otras ciudades aliadas de Atenas, ofreciéndoles liberrlas del yugo de la liga ateniense. Sin embargo, los manejos de Alcibíades en Jonia acentuaron la desconfianza de los espartanos, más aún cuando por entonces estalló un nuevo escándalo relacionado con la vida privada del ateniense, al divulgarse sus amoríos con la esposa del rey espartano Agis II. A su vuelta a Atenas, Alcibíades fue aclamado como un héroe por una muchedumbre entusiasta, que confiaba en él para vencer a Esparta. Tomó el mando de la flota ateniense, y cruzó el Egeo al frente de cien naves hacia Jonia y Helesponto. Pero un nuevo fracaso propició su exilio en el Quersoneso tracio. Alcibíades no pudo evitar que Atenas fuera totalmente derrotada en la batalla de Egospótamos. Entre el 405 y 404 a.C., Alcibíades huyó a Frigia, donde fue asesinado.

Etiquetado en Mitología e historia

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